jueves, 8 de enero de 2015

Grito tu nombre


Grito tu nombre como si ya supieras qué nos ocurre,
como si nada superase el misterio
de estarnos viendo.

Grito tu nombre como si no estuvieras siendo tú siempre,
como si ahora todo fuese una sombra dándonos caza,
un espejismo de la vida vivida
contra el olvido.

Grito tu nombre y tú callas y pliegas tu voz de junco,
como si el tiempo ya te hubiese amputado
sueños y alas.

Pero yo grito, grito fuerte tu nombre, grito sin miedo,
aunque el silencio me devuelva este eco
desarraigado.