Ella no sabe, (nunca se lo he dicho)
que la miro dormir y sueño en vela,
que vivo encarcelado en el capricho
de ser la sombra libre de su estela.
Ella no sabe (no se lo he contado)
que la miro vivir y entonces soy,
que tiene tatuada en el costado
la ruta hasta el lugar en donde estoy.
Ella no sabe (me callé el secreto)
que encajo historias vivas en sonetos
para llamar a todo por su nombre.
Ella no sabe (ahora se lo digo)
que no entiendo la vida sin su ombligo
y que bajo su abrigo soy más hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario