martes, 18 de septiembre de 2012

Porque al amor le canto


Porque al amor le canto como un niño,
temblorosas las manos, y no es hora
de andar balbuceando, este silencio
me temo, suena ya más que su eco.

No obstante, la palabra que mereces,
la que añoras, amor, sí, la que callo,
resuena entre mis labios, aún sellados,
igual que una canción, que no se olvida.

De tanto que me das, que yo te escriba
los más hermosos versos de la historia,
nunca será algo más que un dato inútil.

Si prestas atención, oirás silencio,
un hermoso silencio que acompaña,
como la soledad de los orgasmos.

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