sábado, 4 de junio de 2011

Un sutil escalofrío



Llenando estos papeles por encargo
reí, lloré, conté algunas mentiras,
el nexo entre Valencia y Algeciras
me arranca nuevamente del letargo.

Admito en esta carta, sin embargo,
que el eco que me aturde y que conspira,
sus dardos de quietud certero tira
dejándome un silencio duro y largo.

Tal vez haya perdido una batalla,
pero regreso con fuerza renovada,
no ganará la guerra este vacío.

Igual que el mar regresa hasta la playa
mi voz regresa sin temor a nada,
dejándome un sutil escalofrío.

2 comentarios:

  1. El frío en los huesos,
    la cartas sin enviar.
    Algunas verdades escapan
    algunos abrigos nos dejan.

    Sutiles tus versos. Lindos y provocadores. Saludos muchos.

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  2. Si cuentas cada guerra bien ganada,
    tal vez esa derrota ya no duela,
    pues vuelves, pluma en ristre y alma en vela,
    a hacerle aún otras muescas a tu espada.

    Volver es la elección más arriesgada,
    mas la única que existe en nuestra escuela
    de simples juntaletras sin esquela
    de locos avalistas de la Nada.

    El suave escalofrío que se siente,
    tan dulce y especial para la mente,
    bien vale tanto esfuerzo y tantas horas.

    sigamos dando todo en esta guerra,
    tan solo por saber en dónde encierra
    el mundo a nuestras musas seductoras.

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