martes, 21 de junio de 2011

Son el mismo


Para Gema y Amalia 
(seguís mereciéndolo)

La vida a veces es un laberinto
de idas y venidas y parece
que no crece el amor y cuando crece
nos cuesta ver un sueño que es distinto.

Lo cierto es que el amor no sabe nada
de nada que pueda causar dolor
el caso es que el amor es sólo amor,
amor y sólo amor. Duda zanjada.

¿Qué duda?¿qué debate?¿qué pregunta?
No hay dudas si cuando las vemos juntas
encajan como un dulce mecanismo.

Yo amo a una mujer y soy un hombre.
¿porqué tenemos que cambiar el nombre?
Mi amor y sus amores son el mismo.

5 comentarios:

  1. QUE BELLAS ESTAS DOS MUJERES!!!

    bueno no se quienes seran....pero son muy guapas...y como siempre el poema ni hablar es muy hermoso....

    besines stew

    amigo

    :)sau

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  2. pues ya entiendo querido


    y que vivan las novias!!!!

    besines
    :)sau

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  3. Hola Sau, estas dos son Amalia y Gema... mis mejores amigas, que el viernes pasado me hicieron pasar uno de los mejores días de mi vida... su boda.

    Fué un día fantástico que repetiría una y otra vez como si fuera el día de la marmota...

    Lloramos, reímos... ¡Vaya si reímos!... crecimos y nos sorprendimos los unos a los otros...

    Y si guapas on por fuera... por dentro... lo son mil veces más.

    Un abrazo Sau... estuviste rápida atando cabos!!!

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  4. Inventamos la comedia
    del amor verdadero,
    él se defiende
    y como un cielo
    nos cubre a TODOS.

    Y que sean felices !!!!!

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  5. Yo de nuevo, devolviendo una gentileza...

    "Hay no sé qué sonido interminable
    debajo mismo de las almohadas.

    En cada despertar, en las auroras,
    en cada flor, en cada beso nuevo.

    Lacera, despiadado,
    el pétalo y el labio;
    la sonrisa y el trino suave
    de los pájaros.

    Hay no se qué semejanza macabra
    entre el tic-tac de los relojes,
    y el sonido que hacen,
    al cerrar,
    las cremalleras".


    Interminable
    la mirada que me abraza
    cuando la tarde se despide
    y el reloj camina las horas.

    Porque aquel sueño tiene tu nombre,
    y el jazmín tu aroma
    y la luna tu ternura.

    Interminable,
    la tormenta en la almohada,
    el diluvio de los sentidos
    ahogando las manos.

    Hay no sé qué semejanza entre la vida
    y el sonido que hacen al abrir
    las cremalleras.


    Saludos muchos.

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