A Lourdes
(14 años después)
Hoy puedo deshacerme en mil halagos,
ser cursi hasta el extremo, ser hortero,
escribir un "te quiero" con "te quieros",
ser dulce hasta rozar el empalago.
Después de tantos años, me parece
que debo afrontar esto así, desnudo;
lo hermoso sirve, a veces, como escudo,
pero no llega a lo que te mereces.
No voy a edulcorarme la garganta,
el siete de Febrero no es la fecha
para adornar la historia con mis cuentos.
Despues de setecientas veintitantas
semanas sigue ardiendo nuestra mecha...
Todavía me cortas el aliento.
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