Con esto de la edad, que no perdona
y avanza sigilosa e impasible,
se aprende a comprender lo incomprensible
y a subsanar la rabia que se encona.
Más cerca que al principio del final
y con el ecuador ya superado,
pasé de extremamente moderado
a moderadamente radical.
Ya me cansé de andar buscando excusas,
ya basta de apartarme las pelusas
para arrojar balones al abismo.
La vida pasará y esa factura
la pagaré con aires de locura,
Y, luego ya, que arrase el cataclismo.
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