Los hijos de la gran puta codicia
que saben más de cuentos que de cuentas,
los hijos de la flor de la inmundicia
que cobran lo que pagan nuestras rentas.
que saben más de cuentos que de cuentas,
los hijos de la flor de la inmundicia
que cobran lo que pagan nuestras rentas.
Los que han sumado cuando se restaba
al pan para mañana el pan de hoy,
Los alquimistas de la mala baba,
los Rubalcabas, los Laras, los Rajoys.
al pan para mañana el pan de hoy,
Los alquimistas de la mala baba,
los Rubalcabas, los Laras, los Rajoys.
Los que tienen guardado en su alacena
un gato para dárnoslo por liebre,
Los que guiñan el ojo al enemigo.
un gato para dárnoslo por liebre,
Los que guiñan el ojo al enemigo.
Los que más saben de la menos buena
de las recetas contra nuestra fiebre.
Los que buscan petróleo en sus ombligos.
de las recetas contra nuestra fiebre.
Los que buscan petróleo en sus ombligos.
Mu guapo...pero duele ver en el mismo saco a Mariano y a Cayo para los que creemos que no es exactamente lo mismo...por lo demás, chapeau
ResponderEliminarPor supuesto que a nivel ideológico no están en el mismo saco... ya sabes que los dos cojeamos del pie izquierdo, lo que pasa es que los políticos (todos en general) tienen tendencia a utilizar el lenguaje "políticamente correcto" cosa que me repele bastante y hace que se diluyan sus discursos...
ResponderEliminarNo hablo en el poema de contenidos políticos sino de formas... y ahi por h o por b son todos lobos (aunque unos más que otros) con piel de cordero (aunque unos menos que otros)...
Abrazos...
Los que hunden en el barro nuestros pies,
ResponderEliminarSectarios de las letras con dos rayas,
Los Gürtels, los Filesas, los Malayas,
que cuentan para sí de tres en tres.
Los amos de esta vida del revés,
los que se hacen más fuertes cuando callas,
los cómplices de un monstruo sin agallas,
que llaman democracia y no lo es.
Los que nos toman siempre por idiotas,
y a nuestra costa se ponen las botas,
los que disfrutan de que nunca pienses.
Los Bilderbergs de negro corazón,
los reyes de la especulación,
los árbitros del panem et circenses.
Ya tenía ganas, compare... No puedes imaginarte cuántas