sábado, 3 de mayo de 2014

De repente



De repente no tengo más que miedo

colgando de mi corazón maltrecho,
de repente descubro que no puedo
con tanta oscuridad ahí al acecho.

De repente no tengo alternativa
y caigo entre las zarpas del terror,
de repente me sangra la saliva
y siento agudo y frío su sabor.

De repente se activan las alarmas,
y corre el corazón por las esquinas
buscando como loco un escondite.

De repente me quedo sin mis armas,
y pese a la inyección de adrenalina
el miedo insoportable no remite.

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