Yo que en el arte de la verbigracia
fui todo un as,
lo perdí todo, para mi desgracia
en un pispás.
Yo que tenía la sana costumbre
de ser correcto,
Hoy vivo acogido por la techumbre
de lo imperfecto.
El hijo pródigo, el macho alfa,
el mejor vino,
ahora recibo mi plato de alfalfa
tal que un pollino.
No hay solución si la cosa se tuerce
hacia el abismo,
estoy perdido por más que me esfuerce
dará lo mismo.
Yo que he probado el sabor de la miel
de la victoria,
llevo impregnado hace tiempo en la piel
sabor a escoria.
No sé qué pasa que todo ha cambiado
todo va mal,
Busco el chalet en un cuarto acolchado
en salud mental.
Ando sobrado de cierto complejo
dice el doctor,
mientras observo mi triste reflejo
de mal en peor.
Yo que en el arte de la verbigracia
era un torero,
hoy la neurona anda un poco reacia
y tiende a cero.
Yo que en arte de la verbigracia
fui todo un as
lo perdí todo, no veas la gracia,
en un pispás.
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