martes, 16 de octubre de 2012

Insomnios

 
Yo también me pregunto en mis noches de insomnio
si esto que me rodea no será un espejismo,
un edén confortable después de la hecatombe
que dejó hecha una ruina mi realidad de niño.

¿Quién sabe si este verso que escribo en esta hora
redunda en el vacío de un eterno presente?
¿Cómo afirmar que todo es distinto a esa nada
que segrega una hormona que precede a la muerte?

Quizás aquella ola que me hundió en los noventa
en una playa extraña, jamás soltó su abrazo.
Y no llegó un muchacho a sacarme en volandas
y me llevó la muerte en un feroz zarpazo.

Pero entonces me pongo en otra tesitura
y dudo de la vida que viví hasta esos años,
¿quién dice que no soy quien corrió en la avenida
y cayó de un disparo en una nube de pájaros?

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