Sobre el árido arcén,
En la interminable ruta
Entre Tánger y Chef Chaouen,
Delgado, muy delgado
y optimista,
El pequeño mira al cielo
Y sostiene su mercancía
Al alcance de nuestra vista:
Un tapacubos.
Mientras, en el dudoso confort
De este desvencijado vehículo,
Hablamos de política y de arte,
Del enigma de la vida y de la crisis…
Arreglamos el mundo.
Y lo ignoramos.
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