¿Cuánta tristeza cabe en este canto?
¿cuánto silencio deja este destrozo?
No cabe este dolor en un sollozo,
no hay lágrimas que aguanten tanto llanto.
Te vas sin respetar el protocolo,
tan rápido que el tiempo es una mota,
dejando el alma de tu gente rota
y triste el corazón del alma, y solo.
El caso es que no es una pesadilla,
ahora al tiempo toca hacer su parte,
atenuar el dolor y dar consuelo.
Nos queda tu recuerdo y dos semillas,
que fuertes crecerán, y al recordarte
tendrán el rumbo claro de su vuelo.