Recuerdo abril
y hay una leve lluvia en mi memoria.
Recuerdo abril,
un paraíso de fresa y de clamores.
Recuerdo aquel abril,
el de otros años,
con el viento mojando
la almohada de los besos
y el último adiós del horizonte.
Un universo de cieno
en la rodilla,
y una gaviota
en el oído de la noche.
Recuerdo abril
como el apocalipsis redentor
de los trenes calcinados.
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