Nunca aprendí a hacer
raíces cuadradas,
nunca entendí de logaritmos
y trigonometría.
Siempre intuí la belleza
oculta en la palabra,
intuí amaneceres
en el alma del vocablo,
escondidos los ojos
en las papeleras.
Nunca fui témpano
de número,
ni polizón matemático...
Y heme aquí,
un químico frustrado
soñador de versos.
hla stew...
ResponderEliminaryo soy un cero en matematicas....
peo quizas akgunas veces la palabra me acompaña y me llena en lo que la matematica nunca me lleno..
pero vos ..sos un soñador de veroso como lo decis pero si tus versos son sueños...entonces tus sueños se hacen realidad...
besines
:)= sau