Cajon desastre, trastero, tugurio, cuchitril, en fin... tu casa, el mundo, el universo.
domingo, 30 de mayo de 2010
Melómanos Anónimos
Hola qué tal soy Dámaso
Y así sin prolegómenos,
Os cuento lo más trágico,
Mis íntimos fenómenos,
Aunque parezca excéntrico,
Extraño, patológico,
Me dan placer eléctrico
Los tonos polifónicos.
Los tonos polifónicos
Son un avance mítico
Me ponen medio erótico
Poético, solícito.
Hoy por un precio módico
Tienes en tu inalámbrico
Un tono polifónico
Magnífico, fantástico.
Los tonos polifónicos
Dan porte aristocrático.
Son timbres telefónicos,
Pero yo soy fanático.
Para una vida óptima
Sin rachas muy fatídicas
No te hacen falta pócimas,
Psicólogos ni clínicas.
Los tonos polifónicos
No tienen doble página,
No son algo simbólico
A mí me sacan lágrimas.
Me atrevo con el tránsito
Vital sin ver al médico
Por su sonido extático,
Pacífico, modélico.
Los tonos polifónicos
Me evocan algo místico.
Borran lo catastrófico
Son como un centro holístico.
Cuando suena esa música
Con esa voz melódica,
Cantando notas únicas
Me sube la diastólica.
Los tonos polifónicos,
Son un remedio mágico
Como un brebaje o tónico
Contra los malos hábitos.
No seas sistemático
No pienses en lo utópico
No hay nada más simpático
Que un tono polifónico.
Lo malo es con las féminas
ellas me dicen: - “ámame”,
y se ponen histéricas
cuando contesto: -“¡Llámame!”,
no aguantan este hándicap
ni Erika, ni verónica,
ni Bárbara ni Cándida,
ni Úrsula, ni Mónica.
Ni Bárbara, ni Cándida,
ni Úrsula, ni Mónica.
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