martes, 11 de enero de 2011

Lázaro soy


A veces necesito algo de ayuda,
un clavo al que agarrarme, un salvavidas,
y busco y nunca encuentro la salida
ni mano que a mis lágrimas acuda.

Y sólo con mi llanto y con mi duda
espero una esperanza que perdida
derrama su vinagre en mis heridas
volviéndome las penas más agudas.

A veces esa mano que preciso
regresa y se abre paso sin permiso
y me abre el corazón de par en par,

Y el velo de alquitrán que me cegaba
me deja disfrutar de la alborada.
Lázaro soy y empiezo a caminar.

3 comentarios:

  1. Hola Stewart: Muy bonoto el poema.
    Un beso para tí y otos para lourdes y Noa.
    Tu tío Serafín

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  2. Hola tito, gracias por pasarte por aqui... ¡qué sorpresa!!!

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  3. Pues Lázaro, levántate y camina,
    ya sabes que tendrás siempre en levante,
    un hombro compañero que te aguante,
    aun cuando la distancia es gigantina.

    Te ofrezco mil canciones de Sabina,
    y un cálido café casi humeante,
    si tienes depresión, recojo el guante,
    y le hago un nudo a tu noche dañina.

    Te invito a no hacer caso a los espejos,
    seguir pintando versos como escribes,
    y dar muerte a las ganas de llorar.

    No olvides liberarte de complejos,
    la vida solo vale si la vives
    sabiendo que podrás resucitar.

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