"Dios es dos pechos de mujer
en un paisaje muerto. Pero es más..."
Antonio Sariego Miranda
Hay días en que todo
me parece distinto,
como si el sol que nos baña
pereciera distante...
Hay días en que el cielo
se viste de amargura:
ese traje harapiento
que se torna piel muerta...
Y sucede que entonces
apareces y guiñas
un ojo -mariposa-
al mar y al horizonte...
Y mis manos entienden
que es más frágila la aurora
cuando todo es espuma
en tu pecho de estrella...
Todo verso que escribo
recoge de tus labios
la purpúrea apariencia
los boreales brillos,
y el bosque que atenaza
la luz de la cordura
se hace jardín eterno
en milagro de besos.
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