Por no ponerle freno a mis instintos
el límite crucé de tu paciencia,
ahora ponle tú la penitencia
a este corazón de vino tinto.
Por no ponerle freno a mi lujuria
probé el pastel de fresa de otra boca,
ahora soy consciente que me toca
sufrir la incontinencia de tu furia.
No niego la existencia del desliz,
negarlo ni te alivia, ni me ayuda,
y al fin aunque lo niegue no lo borro.
Por no ponerle freno a mi nariz
mordí tu piel besando otra desnuda...
y no pido perdón, pido socorro.
He aquí un traje a medida para Jose Luis y su blues... cualquier día lo cuelgo!!!!
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