A mi madre
En fin, cuando la vida te golpea,
y enseña sus colmillos el destino,
y acusa los instintos asesinos
el sino y sin pudores los airea,
hay que elegir si siesta o si pelea,
no hay grises cuando el borde del camino
se mezclan lo inhumano y lo divino.
O luchas o se acaba la tarea.
Ahora que en el fondo estás sentada,
o luchas o comprende que la nada
arrasará de ti todo lo humano.
Ahora que te veo casi hundida
voy a luchar por ti, porque mi vida
es mía, pero viene de tus manos.
espectacular!!!
ResponderEliminarprecioso primooooo!!!!
ResponderEliminartan cierto, complicado y sencillo a la vez como la vida misma
ResponderEliminarGracias Anónimo... Saludos, sí que es sencillo y complicado...
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