Me dejaste palabras en la boca
y los dedos anclados al teclado
un agudo silencio envenenado,
y un dolor que me mira y que me toca.
Tu sadismo le pudo a este masoca,
de piel curtida a base de candela
me dejaste un eterno duermevela
y un dolor que me mira y que me toca.
Toda la sinrazón del mundo es poca
mecido por la sed y el abandono
y un dolor que me mira y que me toca.
Sabiendo que tu ausencia me trastoca
Me dejaste un amargo emoticono
y un dolor que me mira y que me toca.
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