Si buscas la razón de tu fracaso,
no busques más, yo te la doy, la tengo:
La suerte nada sabe de abolengo,
la suerte se malvende a cada paso.
Si buscas el porqué de tu derrota,
la trágica razón, la cruel certeza,
no horades vanamente la corteza
yo tengo la respuesta, toma nota:
La suerte, cuando finje estar dormida
apoya el cuerpo sobre la navaja
sangrante y temblorosa del suicida.
La suerte es una puta en horas bajas
se vende a quien más pague y menos pida,
cambiando dulces besos por alhajas.
Tío, me encantan tus sonetos. Creo que sobra decir que muy alestilo Sabina y casi (sólo casi) tan buenos como los del maestro.
ResponderEliminarMe pasará por aquí de vez en cuando ;)
PD: Sí, mis canciones tienen música... pero sólo en mi cabeza, allí donde guardo las noches que nunca tuve con Elsa Pataky y mi colección de sueños perdidos. :D
Muy duro no?, supongo que no podemos dejar nuestro destino en manos de a suerte...
ResponderEliminarCaronte: tienes la puerta abierta para cuando quieras pasar.
ResponderEliminarBar: El destino siempre es producto de nuestras decisiones, excepto cuando la suerte entra en juego, entonces es (para bien o para mal) imprevisible.