Es tan absurdo el reloj,
tan irritantemente inútil...
¿cómo alcular un infinito
que nunca fue,
que nunca hizo ademán
de sonreirnos?
El tiempo,
¿saben?
El tiempo es el cordón
umbilical de lo impensable;
la paradoja suprema,
el tercer ojo de un dios
que nunca estuvo.
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